
Desde la compresión de los Toltecas, nuestra vida se centra en un
sueño, sí, vivimos en un sueño, donde la realidad es aquello sobre lo cual
podemos dar sentido sin requerir un símbolo (palabras que utilizamos en el
lenguaje) y el sueño como tal es la realidad virtual, es decir, la creación que
hacemos sobre lo que interpretamos de la realidad, los Toltecas a esta realidad
virtual la llamaron “arte”.
A partir de estas creencias, podemos decir que somos los artistas de
nuestra vida, es decir, somos los creadores del mundo en el cual vivimos, y
esto surge o emerge de todos los pensamientos que producimos en nuestra
mente. Esto quiere decir que tenemos el
poder de crear el mundo que nos rodea, que todo el sufrimiento que vemos
afuera, zozobra y caos no es más que nuestro, que sufrir es un sueño propio y
ser feliz también.
Más allá de lo que tangiblemente pudiésemos o no cuestionar como
“real”, hay un componente emocional que es individual y nos motoriza para la
acción, y que a partir de que observamos algo surge nuestro mundo
interpretativo y cada realidad pasa a ser de determinada forma de acuerdo con
quien lo observe.
Bien sea desde la vertiente de los Toltecas, Budistas, entre otras
corrientes de pensamientos, hay una coincidencia en cuanto a cómo influye la
mente en lo que tenemos y atraemos a nuestras vidas. Es por esto, que he
decidido creer que puedo modificar el mundo en el cual vivo, y así lo hago,
reconociendo en principio que todo ocurre en mi mente, y que se hace necesario
el poder “amaestrarla” y tenerla en el presente.
Todo sufrimiento humano inicia con pensamientos que hacemos del pasado
o hacia el futuro, y de esta manera comienza nuestro calvario, con cruz y
corona de espinas incluida. Esto significa que salimos del presente, y nos
quedamos en el mundo de la mente.
¿Cómo podemos crear un nuevo mundo para nosotros? A continuación te doy algunos tips
que para mi han sido útiles:
.- Meditar, disciplinada y recurrentemente.
.- Observar mis pensamientos.
.- Ante pensamientos del pasado o futuro recuerdo la frase: “Solo
tengo hoy”.
.- Abrir los ojos ante lo que observo y buscar la belleza en cada
momento.
.- Recordar que el sufrimiento no es un sentimiento, sino un juicio.
.- Comprender que todo surge y desaparece, por lo que mi mejor opción
es observar y esperar que lo que me perturba desaparezca.
.- Reconocer mi propio mundo, aceptar y legitimar en mundo de los
demás.
Esta en nosotros hacer de nuestra creación un cielo o un infierno
personal, una vez más estamos frente a la elección del mundo en el cual
queremos vivir.