miércoles, 15 de julio de 2009

Los Juicios… puertas hacia el aprendizaje

Cada uno de nosotros tiene la posibilidad de encontrar nuevos diseños de vida, nuevos caminos que recorrer…. Esto está dado por la capacidad que tengamos o no de reconocer nuestros juicios y los juicios de otros.

Durante muchos siglos, hemos estado buscando ese descubrimiento de “quién soy”, y hemos tenido la oportunidad en un momento determinado de pararnos y pensar que nos conocemos y mas osadamente que conocemos a otros. Hoy por hoy y desde una nueva perspectiva, partimos de que los seres humanos somos seres lingüísticos, y como tal nos hacemos y constituimos en el lenguaje, nuestra vida representa la calidad de las conversaciones que hemos o no realizado.

Dentro de los actos lingüísticos se encuentran los juicios, que son básicamente veredictos que hacemos de algo que ocurrió en el pasado y que en el presente nos permiten construir futuro. Ante los resultados económicos o políticos de un país hacemos juicios sobre si será bueno o no realizar algún tipo de inversión. Un vendedor ante un día lluvioso puede inferir como será su día de venta y actuar en función de ello. Hacemos juicios no solo en estos ámbitos, sino también cuando nos referimos a una persona si es confiable o no, miramos nuestro entorno y calificamos entre lindo o feo, bueno o malo… la lista es interminable, sencillamente “somos máquinas de hacer juicios”, lo cual no es ni bueno ni malo, simplemente lo que determina es nuestra capacidad de abrirnos o cerrarnos posibilidades.

Al cambiar el juicio de “soy” por estoy “siendo”, palabras que lingüísticamente son diferentes, nos abrimos a la posibilidad de crear lo que queremos en nuestras vidas, mas allá de descubrirnos… es “crearnos” en un proceso del devenir. Es tener el poder de evaluar los resultados que hemos obtenidos, y tomar la decisión de cambiar lo que no nos satisface, y una manera de cambiar estos resultados es identificando nuestros juicios y los juicios que otros hacen sobre nosotros.

Desde esta perspectiva el sufrimiento disminuye, debido a que no estamos parados sobre algo sin solución, algo inmutable, estamos en la posibilidad de vivir en el aquí y en el ahora, y dar los pasos para alcanzar el querer que queremos. El dolor es biológico, ocurre en nuestro cuerpo, el sufrimiento es un juicio ante la imposibilidad de concretar algo, connota nuestra emoción.

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