martes, 27 de diciembre de 2011

¡Es tiempo de celebrar!

Desde hace varios días ronda en mi mente la frase “Es tiempo de celebrar”… y que mejor manera de hacerlo hoy retomando Mis Caminos de Aprendizaje, que con mucho amor escribo para cada uno de ustedes. Me declaro de vuelta al milagro de vivir y estar en el aquí y el ahora…

Cuando me conecto con la frase es tiempo de celebrar, surgen en mi la reflexión del cómo vivimos en nuestro día a día, y me atrevería a decir que como práctica cultural tendemos a colocar nuestra mirada en todo aquello que falta, sin darle relevancia a todo lo que en el transcurrir de nuestro vivir, y aún más concreto, en nuestro día a día hemos logrado, pareciera que estar en la incompletud es una forma de vivir.

Alguna de las consecuencias que puedo distinguir de esta manera de vivir, es estar en perennes insatisfacciones, dejando de celebrar esos grandes logros que vemos como pequeños, dado que faltan aún muchas más metas por cumplir o nuevos objetivos que trazar. Es en sí, dejar de percibir el goce del vivir, debido a que la mente está en otro lugar, sencillamente maquinando sobre lo que aún falta.

No con esto quiero decir que debamos tener actitudes de resignación o conformistas, al contrario, lo que quiero decir es que seamos capaces de detenernos y valorar el máximo esfuerzo que continuamente hacemos, poder obtener el aprendizaje de lo vivido y con el máximo de los entusiasmos continuar cosechando y obteniendo nuevos logros.

Es ser capaces de mirar lo que el otro hace y agradecerle, e inclusive admirarle lo que le fue posible hacer. Es ser amorosos con nosotros mismos y así también poderlo ser con los demás.

Tiempos de celebrar abarca mucho más que los logros, para mí es celebrar todo aquello que nos ha ocurrido, sea “bueno” o “malo”. Es celebrar el cierre de una relación y abrirnos a otra, es celebrar los errores como parte del aprendizaje, es celebrar que los movimientos y ausencias dan la apertura para que otros lleguen. Es en sí, ser capaces de mirar desde el “bien” que todo aquello que ocurrió fue porque así debía ser.

Es celebrar el coraje de reconocernos vivos y el valor para asumir lo que nos corresponde vivir. Es ser capaces de valorarnos en nuestras decisiones y declaraciones.

Que buen momento este de ir cerrando un año, aprovechemos para voltear amorosamente y con mucho orgullo mirar el camino recorrido… y decir con gran emoción: ¡es tiempo de celebrar!

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