miércoles, 30 de junio de 2010

Deshojando Margaritas… ¿Me quiero? ¿No me quiero? ¿Me quiero?…

El disfrutar este blog con ustedes lleva para mí unos días previos de preparación, con lo cual comienzo a indagar en mí sobre esos procesos de aprendizajes que he obtenido y me permiten desde la particular Mayka Eliana que estoy siendo plasmarlo en estas líneas, las cuales hablan de una parte de mi alma.

La imagen que representa la intensidad de este junio 2010 en mi vida, es la de una flor Margarita, lo que me hace recordar ese juego que en Venezuela hacemos, y consiste en deshojar la flor diciendo las frases ¿me quiere? y ¿no me quiere?. Inicias quitando un pétalo y dices ¿me quiere?, procedes a quitar el siguiente pétalo y dices ¿no me quiere? y así sucesivamente, hasta que el juego acaba justo cuando la pobre Margarita se queda sin pétalos y tu ganas si el otro “te quiere”.

En ese azar de si el otro te quiero o no, y en esa necesidad de estar acompañado y sentirse amado, mis reflexiones las oriento en que como seres humanos, seres lingüísticos nos vamos constituyendo en la relación con los otros, sin embargo, en ese estar con el otro y constituirnos en la relación, considero que es importante tener el foco “mirándote”, para que no nos perdamos en el deshojar de la Margarita.

Imagínate un salón, muy grande y hermoso, con mucho brillo y colorido, ahora lo llevas a tu interior, y estando contigo, en ese salón: ¿Hay espacios vacios? ¿Cómo los ocupas? ¿Cómo se pueden llenar?

Cuando nos encontramos con espacios vacios en nuestro interior, tendemos a llenarlos con vicios, quejas y reproches hacia los otros por lo que no nos dan, y la gran pregunta es ¿Qué es lo que nosotros mismos nos damos? ¿Cuánto me quiero? o ¿No me quiero?

Para mí ha tenido sentido reinterpretar lo que significa estar con el otro y su presencia en mi vida, es poder distinguir que estando conmigo y llenando mis espacios vacios puedo estar disponible genuinamente para los demás. Es poder cobijar mis tristezas, mis miedos, mis rabias… asentir y seguir adelante, asumiendo la responsabilidad de mis espacios vacios.

Es entender que la relación con los otros es de interdependencia, no de dependencia, es dar un “stop” al reproche o reclamo de lo que los otros no han hecho, dando vuelta al foco y mirar qué de lo que reclamo externamente no estoy realizando internamente, lo que conlleva a cerrar positivamente la válvula del desgaste de energía innecesario, la cual llamo “queja”.

Llenar mis espacios vacios ha significado crear una disciplina, escoger mis rituales, hacer un plan de acción personal, abrir conversaciones en mis silencios, ha sido tener ojos nuevos. Esto conlleva al complemento con el otro en el encuentro… y si estamos solos, como diría mi Maestra Carola Castillo… la fiesta también continúa…

Es iniciar el día con una sonrisa interna y disfrutar de cuanto me quiero… y tú ¿Cómo quieres deshojar la Margarita?

miércoles, 31 de marzo de 2010

Con el viento a su favor

A mi llegan los recuerdos de un reciente domingo de febrero… estaba sentada frente al Mar Caribe, disfrutando de una mañana soleada, con una suave brisa y un mar inmensamente azul. En el transcurrir del tiempo comienzo a observar frente a mí al menos unos 30 felices aventureros que dan inicio a sus prácticas de Windsurf… ¡interesante! algunos buscan el viento… otros lo esperan… otros están con el viento a su favor

En nuestra cotidianidad tal vez podemos operar de manera similar, es decir, podemos soñar, anhelar y esperar oportunidades, las cuales pueden ser que vengan y otras abran que buscarlas.

En mi opinión, no creo que una opción sea mejor que la otra, lo veo mas como un tema de equilibrio, es decir, ante el deseo o sueño de realizar proyectos podemos pasar la vida esperando una oportunidad, que posiblemente no llegue. También podemos estar en el otro extremo, que por querer alcanzar un sueño o proyecto se puede ir la vida en un desgaste absoluto en un forzar barreras.

Con esto quiero decir, que tener el viento a favor no necesariamente es un tema de “suerte” o “casualidad”, es estar alerta del Kayros… ese “momento justo”, sin perder de vista que también se requerirá dar conversaciones, hacer lobbies, diseñar espacios que propicien nuestra acción, bien sea en el dominio personal, laboral, de pareja o cualquier otro donde deseemos tener resultados diferentes.

Al estar frente a esos felices aventureros, los observaba en sus tablas y en algunos resaltaba el talento en el deporte, sin embargo, habían otros que demostraban como aprendían sus destrezas y competencias. Logré distinguir en el grupo la constancia y perseverancia. Subían a sus tablas y caían una y otra vez, más eso no los limitaba a subir y bajar tantas veces como fuese necesario en su entrenamiento.

Para mí fue de alto impacto observar la variedad en los principiantes y expertos en el deporte del Windsurf. Habían hombres y mujeres, distintas contexturas corporales, niños, jóvenes y adultos… al ver esta variedad me preguntaba ¿existen límites para los sueños y/o proyectos? Mi respuesta fue “No lo creo”, y esto lo observo ante los hombres y mujeres que me rodean, donde el estar consciente de su género, edad y biología no es un límite, sino una variable de estructuración de sus sueños y/o proyectos.

Maravillada con lo que observaba, se dio la hora de mi partida... me monté en mi tabla y di gracias a Playa el Yaque en la Isla de Margarita - Venezuela por este aprendizaje.

Hoy te pregunto... ¿Estás en tu tabla buscando el viento a tu favor… por tus sueños, deseos y/o proyectos?

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